Vengo a recordarte que la vida fluye. Todo va a donde tiene que ir. Las cosas no se logran a cualquier precio, sino a un ritmo y en su momento adecuado. Reconoce los momentos de apertura y avances que te confirman la consecución de tus metas. Busca tu integración tanto interna, como con tu mundo y quienes te rodean. Así podrás recoger los frutos de tus esfuerzos y ver realizados tus sueños. Todo te impulsa a seguir adelante, sabiendo que has logrado superar las pruebas y crecer internamente. Ahora sabes qué haz logrado y para qué.
Si te mantienes en una actitud receptiva, si aceptas tus logros sabiendo que la vida continúa y en cualquier momento surgirán nuevos retos, no te intimidarán las adversidades ni los obstáculos, pues lo verás como oportunidades para poner en práctica lo aprendido en tu proceso de vida. Ten presente que hay un tiempo para todo y que cada tiempo debe ser aceptado y ponderado: salud y enfermedad, luz y sombra, alegría y tristeza, todo tiene un objetivo en nuestra vida, todo nos aporta lago para crecer. Entenderlo es integrar. Integrando tus experiencias también te integras a la totalidad. Logras la conexión con la vida.
Si esta energía no está bien canalizada habrá estancamiento y pesadez. Tanto que pareciera que todo está detenido. Sin embargo, bien sabes que este estatismo es sólo una apariencia, pues nada se detiene realmente. En estado de alerta, sabrás reconocer el momento de actuar cuando la correlación de fuerzas cambie y se produzcan condiciones favorables.
Mensaje de El Mundo. Acepta que la gloria, la integración perfecta, la libertad y la belleza no son un punto final del camino, sino estaciones. Sólo así el éxito, la satisfacción y la realización verdaderos estarán asegurados.
Repite esta afirmación: Me entrego a la vida con una consciencia expansiva, de crecimiento, innovación y creación. Confío totalmente en los procesos de la vida. Me entrego a las nuevas experiencias integrando lo vivido y soy feliz.
Mensaje de los Arcanos: XX El Juicio
Yo soy la resurrección, pero también la reencarnación, arquetipo de la renovación permanente de la vida. Te recuerdo que en tu existencia se te presentan momentos de cierre total, como si el día del Juicio Final se presentara para cerrar ciclos, pero además para darte la oportunidad de recapitular, decidir, cambiar de rumbo. Entonces, te percatas de que el universo te envía señales (unas claramente perceptibles, sutiles otras) para indicarte que ha llegado el momento en que debes dar todo por terminado y comenzar un nuevo ciclo, como un “cambio de piel”. Experimentas el dolor de soltar el pasado, tu relativa comodidad, lo conocido; para comenzar un nuevo tramo del camino. Inquietante pero necesario proceso para la redención, liberación, sanación, renacimiento. Como en los ciclos agrícolas: hay tiempos para sembrar y tiempos para segar, ¡pero siempre renacemos!
Estás viviendo un momento definitivo. Necesitas tomar conciencia del presente, reafirmar la seguridad en tu guía y ayuda espiritual y hacer el cambio necesario, dando las gracias por la vida que le anima y por tener una nueva oportunidad para cumplir tu misión y corregir los errores del pasado. Es momento de agradecer al Padre esta coyuntura que te impulsa a una renovación y no desaprovecharla.
Tienes nuevas oportunidades, aficiones, actividades y ambientes que te dan mayor autoconfianza y posibilidades para el futuro. ¡Tu vida renace! Si nos cerramos a ver y oír las señales, ellas pasan inadvertidas y todos los esfuerzos, los sacrificios y las pruebas cumplidas hasta ahora habrán sido en vano.
Mensaje de El Juicio. Se me abren nuevas oportunidades, en medio de cambios radicales. No temo que mi vida “se mueva” y todo parezca trastocado, pues cuando algo muere, también algo nace. Sólo así se renueva mi vida. Sólo así me renuevo y puedo empezar un nuevo ciclo, sintiéndome renovado, regenerado y lleno de una nueva vitalidad. Me abro a una nueva vida.
Mensaje de los Arcanos: XVIIII El Sol
Soy el día, la claridad de la mente consciente. La luz de la verdad y alegría de vivir. La lección que te traigo es disfrutar de la vida, de tu fuerza vital y pureza de alma. Así tu poder creativo, constructivo te guía en las experiencias de la vida, que ves con más claridad, con aceptación y visualizando tus recursos y capacidades para superar los obstáculos y avanzar en tu proyecto de vida. Ahora identificas con propiedad tus debilidades y fortalezas, pues soy la claridad que te permite ser más objetivo, realista y práctico. En este período vives una gran riqueza espiritual y emocional. Tu actitud hacia las cosas materiales es más abierta y flexible y te hace sentir independiente y vital.
Te beneficia el contacto con la naturaleza y disfrutar de los pequeños e invalorables, placeres de la vida. Puedes ver el mundo con una actitud nueva, como si fuera la primera vez. Te sorprenderá lo mucho que logras entender con esta actitud, libre de las ataduras de preconceptos que encasillan la mente.
Este es un período altamente constructivo, dinámico, positivo en que disfrutas de estima, armonía y felicidad. La comunicación es fluida y los objetivos comunes se realizan. Es tiempo de acuerdos, convenios, alianzas y soluciones viables. Es oportuna la expresión de ideas creativas y progresistas en términos de relación “ganar-ganar”, es decir, que todos obtengan beneficios equitativos.
Mensaje de El Sol. En mi se manifiesta una energía luminosa, positiva y de regeneradora. Me acompañan la razón, la inteligencia y los medios para lograr mis metas. Hoy manifiesto la unión y la felicidad, comulgo con la vida con ánimo entusiasta. Me abro a la vida y a la luz superior que me guía.
Mensaje de los Arcanos: XVIII La Luna
Soy La Luna: magnética, enigmática y cambiante, siempre en transformación, oscilando entre la luz y la sombra. Soy romance y ensoñación, pero también lo que se oculta, las mentiras, los cambios y pruebas emocionales, dudas y temores que yacen en el subconsciente.
Soy esa parte de ti que te atemoriza pues en ella moran tus miedos, el dolor, la incertidumbre. Sumergidos en las aguas oscuras del inconsciente están tus emociones más desconcertantes, que se convierten en tu peor enemigo, te paralizan o te predisponen contra el mundo.
Revisa las motivaciones de tus actos y encuentra los enfoques errados y el autoengaño a fin de superarlos. Acepta que todo cambia. Llénate de valor y paciencia y déjate guiar por las señales del universo. Sólo así lograrás la movilidad que necesitas para reiniciar el viaje, esta vez hacia nuevos escenarios.
Pero mi aspecto más luminoso representa tu creatividad y tu sensibilidad. La cara resplandeciente de la vida. Todo se puede trascender y transmutar para conectarte con la energía más sutil que te ofrezco. Una psiquis e intuición desarrolladas pueden ayudar para superarte a ti mismo, reconociéndote y evolucionando. Yo te muestro la cara oscura de tu propia personalidad, pero también tu luz.
Una forma enfermiza de manejar la incapacidad de aprender y superar las crisis es enmascarar la realidad cubriéndose de una coraza de autosuficiencia o alejándose del mundo evitando todo riesgo a sufrir. Ambos caminos llevan a la soledad, la amargura y el dolor. Nos sume en una especie de marasmo que nos impide ver con claridad. Recuperar la claridad, la armonía y la elevación espiritual, puede convertirse en una verdadera gesta ya que nuestra “sombra” (donde residen los miedos, baja autoestima, sentimientos autodestructivos, etc.) enmascara nuestra vida y nuestra capacidad de comprensión, atrapándonos en un círculo vicioso que no podemos superar. Es el momento de iniciar el camino de vuelta a la luz. No asumas la torpe posición del ego de creer que ya venció a sus enemigos internos. Reconoce tus temores, resentimientos u orgullo que te detienen o te hacen retroceder. Busca tu fortaleza espiritual dentro de lo más puro de tu corazón. Llénate de esa energía prístina y recupera tu paz.
Afirmación: Miro hacia adentro de mi y reconozco mis motivaciones e impulsos, alcanzo mi más alto nivel en el encuentro conmigo mismo. Conociéndolos y enfrentándolos, me libero de mis miedos y dependencias, alcanzando mi verdadera liberación.
Mensaje de los Arcanos: XVII La Estrella
Yo represento tu capacidad de superar las pruebas y de llenarte de autoconfianza y esperanzas en los nuevos comienzos. Oriento tu experiencia vivida y guío tu conciencia, de manera que, sin saber cómo ni por qué, te llenes de inspiración y entusiasmo para recomenzar después de pérdidas y caídas. Conéctate con tu poder interior, y podrás aspirar logros positivos.
Consciente de tu poder, una sensación reconfortante despierta nuevas esperanzas y un sentimiento de integración, realización y disposición para emprender un nuevo trayecto renovador. Serás la persona inspiradora y creativa que todos quisieren ser. Es el momento propicio para tomar iniciativas con la confianza de lograr un desenlace favorable. Te asustarán menos las consecuencias de tus actos pues te sientes guiado.
La vida nos abre las puertas cuando logramos identificar nuestras necesidades, potencialidades y metas. De esta manera el éxito está garantizado ya sea para logros materiales, intelectuales, afectivos o espirituales. Ten presente que si nos centramos en lo externo perderemos el rumbo. Busca dentro de ti, de tus sueños y verás como todo en tu entorno se transforma en oportunidades, empuje y apoyo.
Cuando esta energía no está mal canalizada, se cierran las opciones. No parece haber oportunidades en el nuevo ciclo, ya que no se aprovechan las lecciones del pasado. Tratas de levantarte pero sin energía. Todo radica en tu mente, que no ha rebasado las limitaciones y los condicionamientos que te atan al pasado.
Afirmación: Una inmensa paz y quietud emerge desde lo más profundo de mí y me facilita las condiciones para realizar las tareas necesarias hacia la consecución de mis metas. Es tiempo de renovación positiva, cuando todo se acopla perfectamente y parece propicio. No le pongo límites a mis sueños.
Mensaje de los Arcanos: XVI La Torre
Se evidencia una caída, una ruptura, pero detrás de esta apariencia hay liberación. Las rupturas de viejos paradigmas, de esquemas caducos o mal cimentados producen una crisis donde hay que saber reconocer las oportunidades, pues la crisis o “desastre” es solo aparente.
La Torre, al derrumbarse, nos recuerda que podemos alcanzar la libertad interior aceptando romper las estructuras para iniciar un nuevo trecho del camino de aprendizaje. Se refiera a cambios sorprendentes y liberadores que conducen a abandonar la comodidad y el orgullo para reconocer que el camino continúa.
La Torre no siempre causa dolor, pues depende de la actitud con que la vivimos, de modo que un cambio produce crisis, angustia, incertidumbre y hasta terror para algunos, mientras que otros aprovechan los mismos cambios para eliminar lo caduco y comenzar un nuevo ciclo. En toda crisis se nos revelan salidas y oportunidades. Si todo nos saliera tal como lo planificamos, jamás pondríamos a prueba nuestra capacidad creativa, nuestro valor y nuestro aprendizaje. A veces necesitamos que algo nos sacuda, nos “abofetee”, para poder recuperar el sentido o despertar y seguir adelante.
No se puede negar que La Torre pone en evidencian descalabros y rupturas. Pero sólo los períodos de crisis y cambios drásticos hacen que el individuo exprese y canalice su faceta más creativa; claro está, si él está dispuesto a asumir el riesgo de seguir adelante, sin dejarse amilanar por las pérdidas y las conmociones. Detrás del dolor y la angustia que produce un derrumbe, la vida brilla como una promesa de nuevas opciones, pues la vida no se detiene.
La Torre aconseja: Toma medidas preventivas como salidas en un posible “desastre” o ruptura. Las pruebas son más llevaderas con previsión y sentido común además del sentido de transformación permanente. Vive tu vida conscientemente, cumpliendo con tu parte en los tratos, consciente del aprendizaje, con tu mente abierta a que todo puede cambiar. Los seres humanos solemos hacer lo contrario: siempre pensamos que las crisis les ocurren a otros, (hay quienes dicen: “Eso le pasa a los demás, ¡a mi no!”), hasta los cambios más anunciados los toman de sorpresa, los despojan y desmoralizan. Aprovecha las crisis para adelantar tu evolución.
Él representa el arquetipo del abismo interior: lo oscuro y animal del ser humano. Reconocerlo es reconocer los aspectos internos más oscuros, identificar las proyecciones para alcanzar el autoconocimiento y la liberación de las adicciones.
Quienes sucumben ante sus propias debilidades padecen diversas formas de dependencia y esclavitud: Sufren ataduras materiales, atrapados por el deseo, la ambición y sentimientos oscuros. Por eso decimos que El Diablo no está afuera, él es la oscuridad interior, la sombra de nuestra personalidad que ni siquiera nosotros mismos podemos ni queremos admitir. Cuando enfrentamos esa sombra nos cuesta mucho reconocerla como una parte de nosotros mismos y tendemos a negarla a priori, sin reconocer nuestros aspectos oscuros y aprender de ellos para poder trascenderlos.
Si nos encontramos en una circunstancia identificada por esta carta, los sentidos nos engañan, especialmente porque solemos pensar que no existe nada más que lo que percibimos. Dentro de esta concepción, nos atamos a lo material, lo tangible, y llegamos a depender de ello. El poder del ego, el dinero, los placeres, se convierten en Norte para quienes viven ese autoengaño. Junto a esas energías, sus asociadas -la envidia, la mezquindad, la ira, la mentira, la opresión, el poder- se convierten en medios lícitos en función de metas ilusorias. Cuando se exacerban las energías más bajas llegamos a los extremos más dañinos y autodestructivos. Hay emociones destructivas, sentimientos de cólera, tristeza, envidia, remordimiento, que lesionan nuestro espíritu. Luego El Diablo nos advierte revisar nuestras motivaciones, analizar hasta dónde podemos llegar para lograr los deseos.
El Diablo aconseja: No te apartes de la luz. Limpia y eleva tus pensamientos a fin de trascender las opacidades del materialismo que te mantienen en una verdadera prisión. Más allá está la luz, la pureza y el esplendor a los cuales puedes tener acceso sólo superando la oscuridad que constriñe tu espíritu y obnubila tu razón.
Mensaje de los Arcanos: XIV La Templanza
Sólo en equilibrio interno podemos encontrar las respuestas a las interrogantes. Cuando las emociones de calman y cesan los pensamientos, oímos la voz interior, la voz de maestros y guías, que se manifiestan como una certeza interior más que como las “voces” que oímos en nuestra experiencia terrena. La Templanza indica el momento para no pensar, meditar en silencio, en contacto con nuestro propio corazón a fin de captar, desde allí, qué es lo mejor para hacer ahora. Mantener el equilibrio, reconocer los extremos en cada situación y buscar el centro, donde no hay luchas ni tensiones, es lo que se ha llamado “el camino del medio”.
La Templanza alude la moderación, la acción correcta, paciente y oportuna, el combinar los opuestos que conduce a la armonía, a la integración. No hay una manera más armónica de alcanzar las metas más preciadas. Un enfoque nuevo y abierto, dinámico pero armónico, que lleva al “desbloqueo” tanto interno como en las relaciones y negociaciones. Nos señala el equilibrio y la habilidad imperturbable que inclina a la salud física, mental y espiritual y nos recuerda que la lucha y la tendencia a los extremos conducen al dolor. No son la solución para nuestros conflictos, sino que contribuyen a su profundización. Recomienda buscar la paz interior con sinceridad sin negar la realidad.
Serena tu mente trata de compensar las cargas, en vez de permitir que se extremen ignorándolas. No permitas que las pasiones priven sobre las razones, pues las emocionen sin control desbordan y producen desequilibrios. Entonces, no decidas nada mientras no encuentres tu centro. Suelta los problemas, posterga las decisiones mientras tu mente se serena y tu corazón encuentre el ritmo apropiado para que te sientas en armonía. Seguramente que no tienes que fijar posiciones en este minuto, salvo por tu propia exigencia. Date una tregua y decide luego de descansar, relajarte o, mejor aún, meditar. Meditar es no pensar y dejar hablar al corazón.
Afirmación: En nuestro universo todo fluye de manera armoniosa y sincronizada. Así, nuestra vida -nuestro pequeño mundo- también fluye con un ritmo perfecto acoplado al del universo. Algo va, algo viene; algo muere, algo nace; algo asciende, algo desciende. Yin y yang se alternan, se combinan y se complementan. Entendiendo esto no hay lucha ni fracaso. Me relajo y busco dentro de mí la serenidad necesaria para sobrellevar las dificultades y poder valorar mis avances. Centrándome encuentro las repuestas que necesarias.
Mensaje de los Arcanos: XIII
En la naturaleza todo muere para dar paso a vida nueva: la flor muere para dar paso a la semilla, ésta se descompone y muere para dar paso a la planta y así sucesivamente. La muerte asegura la vida. Acepta los inevitables cambios. La resistencia al cambio, producto del apego del ego, sólo produce dolor y angustia, al tiempo que dificulta el libre fluir de la vida.
La Muerte nos habla de disposición a terminar lo que ya ha sido cumplido, capacidad transformadora, final de un ciclo para que inicie otro nuevo.
Ella no es necesariamente muerte física, “muerte de alguien”, sino puede ser la “muerte de algo”: un sentimiento, un proyecto o una situación. Sólo aceptando que ha llegado el cierre de un ciclo, es posible prepararse para abrir otro nuevo. Así, a medida que lo viejo se desvanece, se dan las condiciones para la transformación. Si nos resistimos a los cambios, los negamos o luchamos contra ellos, sólo le estamos agregando más dolor a la existencia. La resistencia y la negación de que “algo” debe morir no evitan que esto ocurra, sólo crea una fantasía de retraso o prórroga que tarde o temprano habrá que desmontar. Al final, siempre tendremos que admitir la inminencia de los cierres, las pérdidas, los finales de ciclo. A pesar de la negación, no podemos evitar que aquello que debe terminar termine, no logramos retener aquello que debe partir. No es posible instaurar aquello que debe cambiar, porque estamos luchando contra la corriente. Tal lucha sólo puede ser realizada con dolor. La realidad, tarde o temprano, nos mostrará cuán estériles han sido tantos esfuerzos.
Afirmación: Nada permanece estático. El Buda afirmó: “Lo único permanente es el cambio”. Todo nace, se desarrolla y muere para dar paso a otra nueva forma de vida. Lo único cierto es el cambio, la transformación, la purificación. Cerrar, partir, requiere de la certeza de haber terminado y cumplido lo que debíamos hacer. Ahora hago lo que me corresponde para cerrar ciclos y continuar el camino hacia delante.
El hombre suspendido de un pie, “colgado”, no ahorcado, nos indica limitación, vida suspendida, sacrificio. Quizá señala que no es momento de actuar, que todo parece estar detenido, aunque sea sólo una apariencia, pues nada se detiene realmente. Se trata de una prueba para tomar consciencia pues, dentro de un aparente estancamiento, algo se está gestando. En realidad nunca estamos “detenidos”, siempre hay algo en movimiento aunque no nos percatemos de ello. Lo que se puede hacer es aprovechar esta aparente inmovilidad, para reflexionar y planificar. Ofuscados y reaccionando de manera compulsiva, perdemos el sentido de las proporciones y decidimos sin suficientes elementos de juicio. Al detenernos, pensamos y vemos mejor. Cuando concluya este período que percibes como infértil, de interrupción y de espera, harás decidido qué hacer.
Probablemente sientes que tienes que sacrificar algo para lograr un fin noble o largamente esperado. Entonces, el sacrificio deja de serlo, se convierte en un esfuerzo que te da satisfacciones. Si las circunstancias te impiden actuar, nada puede impedirte organizar tu mente, comprender y crecer internamente con la experiencia. Tras un período de análisis, un obstáculo se puede convertir en ventaja. Un freno o una interrupción, vistos positivamente, se transforman en receso, tregua, tiempo de recuperación. Para el ser evolucionado no hay tiempo perdido.
Respecto a la posibilidad de realizar acciones concretas, diligencias o tratos, estás detenido por circunstancias que tú has provocado o permitido. Si no comienzas por cambiar tú y tu visión del mundo, esta será una batalla perdida. Nada puedes hacer mientras no creas realmente en ti. Sal de la comodidad y cambia los esquemas mentales que te mantienen como El Colgado, sé proactivo, no reactivo.
Cuando la energía de El Colgado no se canaliza bien, hay la tendencia a “vivir en paz” con los demás perdiendo tu paz interior, sacrificando más de lo justo y necesario. Con esta “prueba”, pasas a ser “la víctima”. Asegúrate de no estar dando más de lo que recibes o de no ser víctima de las manipulaciones de otros. Pero por sobre todo, observa si esa actitud que estás asumiendo no es parte de un papel, consciente o inconsciente, que te has autoimpuesto para no asumir la responsabilidad sobre tus propias decisiones o para manipular a los demás.
Afirmación: Acepto que es necesario detenerse para evaluar lo realizado y decidir qué hacer. Cuando hago un alto las circunstancias se ordenan de tal manera que, a pesar de la inmovilidad aparente, la vida sigue. El estar en “suspenso” me ayuda a ver la vida desde otro ángulo y con mayor serenidad. A veces las cosas son completamente al revés de cómo las percibimos o queremos que sean y ahora puedo ver las cosas de otra manera.
Mensaje de los Arcanos: XI La Fuerza
Soy La Fuerza, o mejor dicho La Fortaleza, pues no hago una demostración de fuerza física, sino de fortaleza espiritual. La razón vence las pasiones, la fortaleza espiritual vence las tentaciones. Es dentro de nosotros mismos donde reside esa parte impulsiva, instintiva e irracional que nos hace perder el control y es nuestro peor enemigo. La sabiduría va acompañada de prudencia, mesura y autocontrol. El sabio es capaz de ser sutil, diplomático y persuasivo, sin perder energía, pues sabe que logra más con suavidad y prudencia que con lucha, imposición y autoritarismo.
Para la mayoría es más fácil lograr el dominio de los demás, que el de sí mismos. Para superar esta debilidad, la clave está en la claridad con que veas tu interior: tus impulsos más primitivos, tus más oscuras motivaciones, tus limitaciones y así poder trascenderlas, administrar tus energías y tomar decisiones. De tu “sombra”, esa parte oscura de tu mente, viene la reacción hacia aquello que te incomoda, te inmoviliza o te hace perder el control. Conocer tu sombra es ver la parte oculta de ti mismo: tu lado oscuro, poderoso y desconocido. En el proceso de maduración personal y espiritual conocerte significa aprender de ti mismo, reconocer de qué eres capaz, tanto lo más sublime, como lo más bajo. No hay duda: hacerle frente a nuestra sombra requiere de coraje y fortaleza. Pero sólo reconociéndola y enfrentándola podemos trascenderla.
A veces logramos más luchando menos. Observa a tu alrededor y deja que los acontecimientos vayan definiendo el sentido del cambio. Permite que se manifiesten las energías que están en juego para que decidas tus acciones. Fluye con esa corriente y poco a poco, sutilmente, ve tomando el control necesario, primero sobre ti mismo, luego sobre el entorno. Para luchar se necesitan dos, no te prestes al juego de la violencia. La negociación es la vía más inteligente y armónica, porque es la única donde todos ganan.
Mensaje de los Arcanos: X La Rueda de la Fortuna
La rueda te recuerda que la vida está sujeta a cambios constantes. El cambio es permanente, lo único seguro y adaptarse a él es inteligente, reduce el dolor y el estrés. Vives ciclos de cambios favorables, aunque quizá repentinos, que se alternan con cambios inquietantes o desagradables. No dejes que ello te intimide o te “deje fuera”: fluye con los retos que te traen los cambios. Las especies que sobrevivieron en el planeta lo hicieron gracias a su capacidad de adaptación. Acepta y adáptate a los cambios que irrumpen en tu vida y te exigen reenfocar tus metas, fluye con los tiempos, conservando tus principios éticos y valores fundamentales.
Si la Rueda representa a una persona, es de quienes continuamente deben cambiar su rutina. Algo queda atrás para dar paso a lo inesperado. Debe mantenerse alerta a fin de alcanzar el éxito y conservarlo por más tiempo recordando que, llegado el momento, habrá que hacer nuevos cambios, ciclos qué cerrar y nuevos ciclos por abrir, ya que evoluciona, no se detiene y saca el mejor provecho de los cambios, incluso de aquellos que a otros desconciertan e intimidan. Se adapta a las circunstancias y crece con los cambios, pues sabe adecuarse ante los retos para superarse y mantenerse activo.
Amóldate a las circunstancias y avanza con la novedad, los diferentes espacios, circunstancias y personas que llegan a tu vida. Si a pesar de vivir grandes cambios sientes que te encuentras repitiendo una situación del pasado, debes analizar qué has hecho para reproducir este escenario o atraer personajes similares a las que ya creías superados. No se trata de sentirte culpable, sino medir tu grado de responsabilidad y reconocer qué fue lo que no aprendiste para repetir “la lección” o tener de nuevo el mismo “maestro” del pasado u otro similar. Esta verdad está a nivel inconsciente, de manera que requieres hacer un análisis profundo y sincero.
Con la Rueda de la Fortuna, esta es la afirmación: Fluyo con los cambios de la vida. Acepto que algo termine para dar inicio a un nuevo ciclo de aprendizaje. La vida es una aventura eternamente renovada. Nacer, crecer, morir, renacer... la vida no se detiene y yo fluyo con ella. Adecúo mi mente y mis acciones a los cambios que se producen en mi vida. ¡He allí la clave de la felicidad que merezco!
Mensaje de los Arcanos: IX El Ermitaño
Soy el anciano sabio, el maestro que, como una luz, te guía para que hagas el camino con éxito. Con paciencia tus planes van a feliz término, pues aquello que logras con esfuerzo y buen criterio, se prolonga en el tiempo. Si experimentas la necesidad de estar a solas es para ordenar tu mente y encaminar tus asuntos sin dispersión. Este período de soledad y silencio te ayudará a reencontrarte y a enfocarte mejor. Algo ha madurado en tu vida, gracias a tu empeño y constancia, y los efectos positivos de esta sabia disposición se harán sentir por mucho tiempo. Una visión diferente se manifiesta en tu vida. La sabiduría llega hasta ti abriendo un abanico de posibilidades. Te favorecen los cambios lentos y bien calculados.
Contactas un gran maestro, una persona de experiencia, un profesional experto, un libro (o tu propia voz interior). Sus orientaciones te darán la claridad y la guía que precisas para seguir adelante sin pérdidas de esfuerzos ni tiempo. Sin embargo, te exige dedicación, austeridad y sacrificio. Pero tú tienes gran capacidad de aprendizaje y deseo de saber siempre más, cual eterno estudiante. Por tu experiencia llegas a ser un consejero, maestro o guía para otros, mientras avanzas en tu aprendizaje con humildad y cautela. El verdadero sabio jamás piensa que ha llegado: silencioso, sigue buscando. Te favorecen el silencio y la meditación, sin desconectarte de la vida.
Esta es la afirmación del Ermitaño: Cuando estoy a solas me contacto con la naturaleza y conmigo mismo. Me alejo del ruido y la multitud para encontrarme y encontrar mi luz interior. Tengo todo cuanto necesito para sentirme bien. Todo es tal cual debe ser para alcanzar la luz de la verdad. Sólo necesito paz para contactarla.
Ya sabes que no existe la casualidad, todo en la vida es producto de una cadena sin fin de causas y efectos. Así, los hechos de hoy son el fruto de nuestros actos del pasado, y mañana recogeremos los frutos que sembremos hoy. Lo que vemos en nuestra vida no es ni bueno ni malo, es simplemente lo que hemos convocado: pensado, dicho y hecho en el pasado. Pensamiento, palabra y actos retornan a nosotros con igual polaridad: pensamientos, palabras y actos positivos atraen hechos positivos, tarde o temprano, por cualquier medio. Esa es la semilla que sembramos y sus frutos, a veces, no se hacen esperar. Es la ley del karma. Recibes lo que das, recoges lo que siembras.
Obra según los dictados de tu conciencia, partiendo siempre de la Regla de Oro: hacer a otros lo que te gustaría que te hicieran a ti. Si así actúas, verás los buenos resultados. La balanza se inclinará a tu favor. Quienes se identifican con este principio tienen la capacidad de ir en el camino correcto y alcanzan sus metas. De la misma manera, si han obrado con prudencia y armonía obtendrán resultados favorables y armónicos.
Cuando analices las circunstancias que estás enfrentando podrás decidir si te falta algo por hacer para alcanzar el premio o el beneficio que esperas. Podrás discernir acerca de lo que has hecho hasta ahora y si ello te conduce a aquello que esperas.
Ahora afirma: Mantengo el equilibrio. Tengo plena consciencia de que aquello que pienso, hablo y hago es la pauta de lo que voy a recibir. Cuido mis pensamientos, palabras y acciones y los dirijo positiva y afirmativamente hacia mi crecimiento y mi felicidad. Bendigo cada situación y me abro a encontrar el equilibrio en mi vida.
Soy el auriga, quien conduce El Carro. He comprobado que la mayoría de las veces desconocemos nuestra meta real. Creemos saber adónde vamos y, en el camino, algo nos hace cambiar de rumbo o “tomar atajos” para terminar en un punto diferente al planificado. A veces logramos llegar a la meta, pero no resulta ser lo que esperábamos; pues no siempre, o casi nunca, las cosas son tal como las planeamos. Pero no siempre el cambio de planes es un desastre (Piensa en el proyecto de Colón). Lo que sucede es que el camino es la meta...
El sabio nunca dice “yo sé”, sino “yo creo saber” y se deja guiar por las señales. Si llega a un lugar inesperado o logra un objetivo no buscado, no lo ve como problema: Se sorprende y se entusiasma con el nuevo reto. Conectado a las intangibles fuerzas que lo guían, se adapta a lo nuevo lo más pronto posible, para aprender lo que deba aprender y seguir adelante. Así tu inteligencia, voluntad y adaptabilidad te conducen al logro de objetivos. Revisa tus motivaciones y permanece alerta a la señales.
Di conmigo: Voy hacia delante y soy guiado. No permito que mi ego se interponga entre mi guía interior y la acción sabiamente dirigida. Hay muchas voces dentro de mí: una voz sabia, otra inocente pero ignorante, otra temerosa, otra pesimista y ¡quién sabe cuántas más! Todas ellas forman mi voz interior con su luz y su sombra. No me estanco, ni me aturdo y reconozco la voz de la sabiduría que, desde mi corazón, me lleva en la dirección correcta. Me centro y busco mi paz para contactar esa voz. Me centro y ¡voy hacia adelante!
Somos Los Amantes, Arcano VI. Disfrutamos del amor, luego de muchas pruebas. Ahora, desde nuestro libre albedrío, decidimos el rumbo que habremos de seguir y nos comprometernos con nuestros sueños. Sabemos que para decidir debemos contactar nuestras emociones, compartiéndolas con el otro y comprometiéndonos con nuestras decisiones. El estar juntos será un acto de responsabilidad y madurez para expresar nuestros sentimientos, compartir y aprender del otro.
El amor, ¡experiencia maravillosa! Otras formas de atracción son sólo caricaturas, a veces tristes y desoladoras, de lo que todo ser humano busca: la realización, la unión perfecta, el sentimiento y el disfrute mutuo. Sólo el amor une realmente a los seres. Sólo él construye, sana y nos llena de vida. Pero el amor no es sólo el sentimiento de pareja. Él rige tu vida y se manifiesta en otras áreas: amistades, familia, estudio, aficiones, trabajo. Comparte el regalo de amar lo que haces con quienes te acompañan en la experiencia. Sólo así se dan las alianzas y una verdadera comunicación. Comunica amor y cordialidad.
Comprométete con lo que haces. Da lo mejor de ti. La vida es siempre el resultado de nuestras decisiones del pasado y del presente. Como secuencia causal, nuestras decisiones se reflejan en nuestra vida, van dejando su huella. De seguro tendrás alternativas para elegir, incluso encrucijadas inquietantes. Entonces, toma tu decisión con la razón y el corazón. Busca información, alcanza el justo equilibrio en cuanto emprendas y hazlo con amor.
Ahora te dejamos esta afirmación: Reconozco la responsabilidad que tengo conmigo mismo al decidir mi vida y asumir mi libre albedrío. Sereno mi mente para poder definir el rumbo. Hoy me abro a reconocer mis sentimientos y a comprometerme con mis decisiones.
Soy el Arcano V El Hierofante, maestro o guía espiritual. Mi misión es alentarte a la comunicación (interior y con tu entorno) y a compartir los altos valores del amor y el servicio. Puedes llamarme maestro interno o voz de la conciencia. Soy el Sumo Sacerdote, el Pontífice, (pontis facere), el puente entre Dios y los hombres. Soy la conexión con el mundo del espíritu y tradición transmitida de maestro a discípulo. Represento las instituciones, el orden, las normas, la ética y la moral. Sé que la actitud religiosa puede ser una corriente personal, combinación de prácticas y creencia propias de nuestra era, cuando las doctrinas religiosas se funden y retroalimentan fuera de la iglesia formal, creando una corriente de misticismo ecléctico que da al individuo unas creencias y una visión del universo que lo conforta, lo anima y lo conduce a una conciencia personal de Dios y del universo.
Como El Emperador tengo funciones de dirección y autoridad. Él lo hace como gerente o padre de familia; yo como “padre” espiritual y guía en el seno de una iglesia, institución espiritual o desde tu corazón. El Emperador crea las reglas y normas de convivencia, yo imparto la educación en esas reglas y un sentimiento interior de obediencia y rectitud. Vengo a recordarte que perdones y te comuniques, que escuches sin sentenciar y sin juzgar. La base de la comunicación está en el entendimiento, busca los puntos en común, comparte principios, ponte en el lugar del otro. Practica lo que pregonas y alcanzarás mayor desarrollo personal, además de ganar la confianza de quienes te rodean. Haz silencio: medita, escucha tu voz interior (que es mi voz). Refúgiate en tus creencias en ese Todo mayor que te aporta paz, protección y sosiego.
Recupera tu fe en la vida para poder continuar tu camino de aprendizaje con optimismo y autoconfianza. Mi mensaje está en tu corazón para que nunca te alejes de la luz. Haz silencio y óyelo...
Soy El Emperador: el brazo fuerte, compasivo y confiable que ha venido a motivar a los demás. Pongo orden y disciplina en mi mundo pues represento el espíritu de gobierno y autoridad, el poder de este mundo. Con ello puedo dirigir mi vida y asumir responsabilidades con otros en función de un objetivo común. Reconozco y acepto mi liderazgo con responsabilidad y justicia. Mi objetivo es construir y me hago responsable de mis logros, dando soporte y solidez a quienes dependen de mí.
He venido a recordarte que para alcanzar obras útiles y perdurables son indispensables la estabilidad, la razón y la disciplina, así como la búsqueda del bien común. Para ello traza un plan y pon orden en tu entorno, adaptándote a las circunstancias y sacando el mayor provecho a cada etapa del proceso. Si te empecinas en ideas preestablecidas, sin considerar las circunstancias concretas de tu entorno, caerás en la rigidez y el perfeccionismo que no conducen más que al dolor y la pérdida de energía.
Hasta ahora se ha cumplido un ciclo en que has definido metas y proyectos y, a partir de ahora, te toca darles forma concreta. Los sueños son necesarios, pero son sólo el punto de partida para que algo se consolide y puedas cosechar los frutos. Mantén tu norte y comienza a hacer con una autoridad serena, justa y austera. Enfoca tus pensamientos: centra tus ideas, reflexiona con coherencia, sin divagar. Al definir tus metas, identifica tus recursos, evalúalos objetivamente. Si es necesario, busca asesoría o consejo de un experto. Pero no improvises, no dejes nada al azar. Busca el orden y la disciplina, empezando por ti y por tu entorno. Poner orden significa dar un lugar a cada cosa, no sólo en tu ambiente, mobiliario, materiales y equipos, sino también en tus ideas y acciones. Elimina lo inútil y rescata aquello que te lleva en la dirección correcta. Pero recuerda: si no hay orden dentro de ti difícilmente lograrás pone orden afuera.
Soy la Madre Naturaleza: belleza, abundancia y fertilidad que engendra y asegura la vida. Eres mi hijo y te nutro prodigándote las maravillas de la creación. Soy la vida que se manifiesta: montañas, playas y bosques; aves y mariposas; tierra fértil y blancas arenas; aguas cristalinas de manantiales, ríos y mares; la suave brisa, el sol, la luna y las estrellas. Pero también soy furia indómita: torrenciales lluvias, mares impetuosos, temblores y volcanes; el fiero león y la tarántula mortal. Como yo, puedes ser dulce y manso, pero también fiero y peligroso, pues de mí has heredado una potencialidad ilimitada que se expresa de múltiples maneras. Así, el esplendor y la abundancia plenan tu vida, cada día. Fecundas, creas y prosperas, pues tu mundo es prodigioso. Pero también puedes destruirlo todo con tu ingenio y acciones torpes e irresponsables o con tus omisiones. Si te sintonizas con la expansión y la belleza de tu mundo y dominas tu ambición irracional y tus miedos, puedes aprovechar las oportunidades que se te brinda el universo para vivir, crear y compartir.
Disfruta de los pequeños placeres de la vida: respira el aire puro, contempla la majestuosa montaña y la belleza de sus flores; paladea los sabores, cuida tu cuerpo, comparte con seres sensibles. No te encierres en el ego, el materialismo o el dolor. Conéctate con lo mejor de ti y tus ideas tendrán eco, tus esfuerzos darán fruto e inspirarás a otros. La maravilla de la naturaleza es que, sea cual sea tu sexo, tienes el don, como mi hijo que eres, de dar vida desde tu poder interno. Así, tu fuerza expansiva nutre tu entorno y tus planes. Si lo decides, hoy inicias o reafirmas tu camino al éxito. Actúa con confianza. Define tus metas con ética y diplomacia. Superarás los obstáculos siendo creativo, productivo y práctico. ¡Eres capaz de gestar cosas nuevas y bellas, haciendo tu vida más próspera y fecunda y contribuyendo a crear un mundo mejor!
Yo soy la Papisa. Algunos creen conocerme y me creen hechicera o bruja, porque las escrituras están ante mi y piensan es un libro de magia o grimario. Pero no es así. Creen que estoy detenida, estancada, pero en mi pasividad es sólo física, pues en mi hay una gran actividad mental (mi mente es activa, perceptiva, fecunda). Observo, analizo, me informo, comprendo, doy vida a las ideas. Todo está en mi mente ilimitada y sensible. Soy la manifestación del inconsciente que todo lo sabe. Soy la madre potencial, guía discreta, maestra del alma. Yo cuido del Santuario donde se guarda todo el conocimiento y las verdades del Ser. Para mi no hay nada oculto. Tú mismo, ante mi, eres un libro abierto. Puedo ver lo que sientes, lo que piensas, cuánto has aprendido y dejado de aprender. Es mucha mi sabiduría y mi mundo es secreto, místico, recóndito, como también lo es el tuyo, porque una parte de ti es como yo.
El Mago te ha dado señales para iniciar el camino hacia la Luz. Sin embargo, ten cuidado de la arrogancia y el orgullo de creer que eres infalible por tener la clave de esos poderes. Tu autoconfianza es buena. ¡Muy buena! Pero no dejes todo a tu mente racional y temporal, no le des el timón al ego. Él te puede engañar y desviar. Contacta tu corazón con sabia humildad y prudencia. Así hallarás las más profundas verdades y las señales más elevadas que te conducirán en el siguiente trecho del camino.
Toma distancia, serena tu mente, decanta tus emociones sin juzgar, sin pronunciarte y, por lo pronto, sin acciones imprudentes. Reconoce los opuestos, presentes en toda circunstancia, y busca el equilibrio. De esa manera, te llenas de paz interior y alcanzas el privilegio de ver las cosas de otra manera antes de decidir. Deja la acción para cuando te sientas plenamente seguro. Ahora disfruta de la inmensa confianza que transmite una nueva y más amplia comprensión de la vida. Respira esa paz y deja que hable tu corazón. Él tiene las respuestas. Con tal actitud -receptiva, reflexiva y sabia- podrás tomar conciencia de los secretos que necesitas conocer y harás contacto con la Fuente Universal de Luz de la cual procedes.
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