martes, 30 de julio de 2013

HIPNOSIS CLINICA

Proceso de Hipnosis
para acceder a recuerdos de vidas pasada
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En esta sección mostraremos las técnicas explicadas en los libros del médico y psiquiatra Brian Weiss para efectuar el proceso de Hipnosis y poder acceder a los recuerdos inconscientes de vidas pasadas. Brian Weiss ha acumulado una gran experiencia en regresiones a otras vidas en miles de pacientes mediante esta técnica.
Brian Weiss
Brian Weiss se graduó en la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1966, con todos los honores. Prosiguió sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, donde recibió el diploma de médico en 1970. Después de un internado en el centro médico de la Universidad de Nueva York (Bellevue Medical Center), volvió a Yale para completar la residencia como psiquiatra. Al terminarla, aceptó un cargo en la Universidad de Pittsburgh. Dos años después se incorporó a la Universidad de Miami, para dirigir el Departamento Psicofarmacológico. Allí logró renombre nacional en los campos de la Psiquiatría Biológica y el abuso de drogas. Tras cuatro años fue ascendido al rango de profesor asociado de Psiquiatría y designado jefe de la misma materia en el hospital Mount Sinaí de Miami, afiliado a la universidad. Por entonces ya había publicado 37 artículos científicos y estudios de su especialidad.
Su odisea comenzó en 1980, hace 31 años cuando conoció a Catherine, paciente que por primera vez lo llevó a conocer vidas pasadas en sus regresiones hipnóticas. Con ella descubrió que una persona puede sanar al conocer eventos traumáticos ocurridos en otras vidas. Sus libros han sido traducidos a más de 35 idiomas, abarcan la temática de regresión hipnótica, así como el impacto en la vida actual de experiencias acumuladas en encarnaciones anteriores. Es importante destacar su aporte a cientos de miles de pacientes a través de estos libros, que como indican muchos críticos: son para pensar y reflexionar sobre el sentido de la vida.
Ha realizado gran cantidad de presentaciones y conferencias a través de los Estados Unidos y el mundo. Son notables sus trabajos para la televisión norteamericana, entre los cuales podemos mencionar el Show de Oprah Winfrey, el Show de Joan Rivers, el Show de Sally Jessy Raphael, el Show 20/20, Larry King Live en CNN y el especial de Real Story en CNBC.
Actualmente realiza talleres vivenciales y entrenamientos en todo el mundo para enseñar a la gente y a otros terapeutas profesionales las técnicas de hipnosis y regresión a vidas pasadas, las cuales ha utilizado a lo largo de su vida para ayudar a miles de pacientes con resultados sorprendentes.
Regresiones a vidas pasadas
La Hipnosis es una excelente herramienta para que un paciente recuerde incidentes olvidados durante mucho tiempo o recuerdos de vidas pasadas. No encierra misterio alguno: se trata sólo de un estado de concentración enfocada del tipo que muchos experimentamos todos los días. Siguiendo las instrucciones de un hipnotista bien preparado, el paciente relaja el cuerpo, con lo que la memoria se agudiza.
Cuando estamos relajados y nuestra concentración es tan intensa que no nos distraen los ruidos exteriores ni otros estímulos, nos encontramos en estado de Hipnosis ligera. Toda Hipnosis es, en realidad, autohipnosis, en cuanto que el paciente domina el proceso. El terapeuta es sólo un guía. Casi todos entramos en estados hipnóticos todos los días: cuando estamos absortos en un buen libro o una película, cuando conducimos el coche en la parte final del regreso a casa sin saber cómo llegamos allí, hemos estado funcionando con "piloto automático".
Uno de los objetivos de la Hipnosis, así como de la meditación, es el acceso al subconsciente. Esta es la parte de nuestra mente que yace bajo la conciencia común, por debajo del constante bombardeo de pensamientos, sensaciones, estímulos exteriores y otros ataques a nuestra atención. La mente subconsciente funciona en un plano más profundo que nuestro plano de conciencia habitual. En el subconsciente los procesos mentales se producen sin que los percibamos de modo consciente. Cuando estos procesos subconscientes cruzan de súbito nuestra conciencia, experimentamos instantes de intuición, sabiduría y creatividad.
El subconsciente no está limitado por nuestras fronteras impuestas de lógica, espacio y tiempo. Puede recordarlo todo, cada momento. Puede transmitir soluciones creativas a nuestros problemas. Puede trascender lo ordinario para alcanzar una sabiduría muy superior a nuestra capacidad cotidiana. La Hipnosis llega a la sabiduría del subconsciente de un modo concentrado, a fin de lograr la curación.
Estamos en Hipnosis cada vez que la relación habitual entre conciencia y subconsciente se reconfigura de modo tal que el subconsciente desempeña un papel más dominante. Existe un amplio espectro de técnicas hipnóticas. Han sido ideadas para aprovechar un amplio espectro de estados hipnóticos, desde el ligero a los planos profundos.
He descubierto que muchas personas pueden ser hipnotizadas en un punto adecuado de la terapia si se les informa sobre la Hipnosis y se discuten y allanan sus miedos. La mayoría tiene un concepto equivocado de la Hipnosis a causa de la manera en que la han representado la televisión, las películas y los espectáculos teatrales.
Estar hipnotizado no es estar dormido. La conciencia sabe siempre lo que uno experimenta mientras está hipnotizado. Pese al profundo contacto subconsciente, la mente puede comentar, criticar y censurar. Tenemos siempre control sobre lo que decimos. La Hipnosis no es un "suero de la verdad". No se entra en una máquina del tiempo para encontrarse súbitamente transportado a otro tiempo y otro lugar, sin noción del presente. Algunas personas, durante la Hipnosis, contemplan el pasado como si estuvieran mirando una película. Otros participan más vívidamente, con reacciones más emotivas. Los hay que "sienten" las cosas, más que "verlas". A veces, la reacción predominante es la de oír y hasta la de oler. Después la persona recuerda todo lo experimentado durante la sesión de Hipnosis.
Puede parecer que se requiere mucha habilidad para llegar a esos niveles más profundos de Hipnosis. Sin embargo, todos los experimentamos con facilidad todos los días, cuando pasamos por ese estado intermedio entre la vigilia y el dormir, conocido como "estado hipnagógico".
Un tipo de estado hipnagógico es ese en el que nos encontramos cuando empezamos a despertar y aún recordamos vívidamente nuestros sueños, sin estar aún despiertos totalmente. Es el período anterior al momento en que los recuerdos y las preocupaciones cotidianas nos entran en la mente. Como la Hipnosis, el estado hipnagógico es profundamente creativo. Cuando pasamos por él, la mente está completamente vuelta hacia adentro y puede alcanzar la inspiración del subconsciente. Muchos consideran que el estado hipnagógico es un estado "de genio", sin límites ni fronteras. Cuando estamos en él tenemos acceso a todos nuestros recursos, sin ninguna de nuestras restricciones autoimpuestas.
Thomas Edison valoraba tanto el estado hipnagógico que desarrolló una técnica propia para mantenerlo mientras trabajaba en sus inventos. Sentado en determinada silla, Edison utilizaba técnicas de relajación y meditación para alcanzar ese estado de conciencia que está entre el sueño y la vigilia. Sostenía algunas bolillas en la mano cerrada, con la palma hacia abajo y apoyada en el brazo del sillón. Debajo de la mano había un cuenco metálico. Si Edison se dormía, se le abría la mano y las bolillas caían al cuenco metálico; entonces el ruido lo despertaba. Repetía el procedimiento una y otra vez.
Thomas Edison
Thomas Edison
Este estado hipnagógico se parece mucho a la Hipnosis y, en realidad, es más profundo que algunos niveles hipnóticos. Ayudando al paciente a alcanzar un plano más profundo de su mente, el terapeuta diestro en técnicas de Hipnosis puede acelerar dramáticamente el proceso de curación. Y cuando las ideas y las soluciones creativas se extienden más allá de los problemas personales pueden resultar beneficiados grandes sectores de la sociedad, así como todos nos hemos beneficiado al inventar Thomas Edison la lamparilla eléctrica. El proceso puede tocar al mundo.
El escuchar una voz que guíe ayuda a focalizar la concentración y a que el paciente alcance un nivel de Hipnosis y relajación más profundas. La Hipnosis no ofrece peligro. Entre las personas que hipnoticé, ninguna ha quedado pegada al estado hipnótico. Se puede emerger de él cuando se desee. Nadie ha violado nunca sus principios morales y éticos. Nadie ha actuado involuntariamente como una gallina o un pato. Nadie puede dominarte. Tienes el control absoluto.
Durante la Hipnosis, tu mente está siempre despierta y observando. Es por eso que, al estar profundamente hipnotizados y envueltos activamente en una secuencia de recuerdos de infancia o de una vida anterior, podemos responder a las preguntas del terapeuta, hablar en el idioma que utilizamos habitualmente, conocer los sitios geográficos que vemos y hasta conocer el año, que suele aparecer ante la vista interior o presentarse en la mente sin más.
La mente hipnotizada, que siempre retiene una noción y un conocimiento del presente, pone en contexto los recuerdos de infancia o de vidas pasadas. Si aparece el año 1900 y nos vemos construyendo una pirámide en el antiguo Egipto, sabemos que es el año 1900 a.C, aunque no veamos esas letras.
Es también por eso que un paciente hipnotizado, al encontrarse en un campesino que combate en una guerra de la Europa medieval, por ejemplo, puede reconocer en ciertas personas de esa vida pasada a las que conoce en su vida actual. Por eso puede hablar inglés moderno, comparar las toscas armas de esa época con las que pueda haber visto o usado en su vida actual, dar fechas, etcétera.
Su mente actual está despierta, observando y haciendo comentarios. Siempre puede comparar los detalles y hechos con los de su vida actual. Es el observador de la película, su crítico y, habitualmente, también su estrella. Y mientras tanto permanece en relajado estado hipnótico.
La Hipnosis pone al paciente en un estado que ofrece un gran potencial curativo, por brindar al paciente acceso al subconsciente. Para hablar metafóricamente, pone al paciente en la selva mágica que contiene el árbol de la curación. Pero si la Hipnosis lo deja entrar en ese territorio curativo, el proceso de regresión es el árbol cuyas frutas sagradas debe comer para curarse.
Pero en otras oportunidades, el trauma inicial se extiende mucho más hacia atrás, por vidas pasadas. Un 40% de los pacientes necesitan hurgar en otras vidas para resolver los problemas de su vida actual. Para casi todos los demás es bastante fructífera la regresión a un período anterior de esta vida. Sin embargo, para ese primer 40%, la clave de la curación es la regresión a vidas previas. Operando entre los límites elásicamente aceptados de la vida actual, el mejor de los terapeutas no logrará la curación completa de un paciente cuyos síntomas hayan sido causados por un trauma ocurrido en una vida anterior, tal vez siglos o milenios antes. Pero cuando se emplea la terapia de vidas pasadas para traer a la conciencia esos recuerdos, largamente reprimidos, la mejoría de los síntomas suele ser veloz y dramática.
Muchos de mis pacientes han recordado con los efectos de la Hipnosis diferentes modelos traumáticos que se repiten de modos diversos, vida tras vida. Esos modelos incluyen el abuso entre padre e hija, recurrente a lo largo de los siglos, sólo para emerger una vez más en la vida actual. También incluyen el esposo abusivo de una vida anterior que es, en la actualidad, el padre violento. El alcoholismo es un estado que ha arruinado varias vidas; una pareja en guerra constante descubrió que habían tenido una conexión homicida en cuatro vidas anteriores.
Muchos de estos pacientes habían estado sometidos a terapia convencional antes de recurrir a mí, pero la terapia no era efectiva o sólo tenía un éxito parcial. Para estos pacientes era necesaria una terapia de regresión a vidas pasadas para erradicar por completo los síntomas y poner fin, de modo definitivo, a estos cielos recurrentes de conducta perjudicial y mal adaptada.
Experimentar una regresión a vidas pasadas solo y en casa es, en la mayor parte de los casos, benéfico y relajante. El subconsciente es sabio y no proporcionará a la conciencia un recuerdo que esta no sea capaz de asimilar. Existe un leve riesgo de que se presenten síntomas adversos, como la ansiedad o la culpa. Pero se los puede aliviar, en caso necesario, con una visita a un terapeuta preparado. Si un individuo experimenta la menor reacción adversa mientras está operando a solas, interrumpirá la experiencia, protegido por el subconsciente. En cambio, el terapeuta no preparado podría tratar de imponerse al subconsciente y obligar a ese individuo a proseguir antes de que esté listo para hacerlo.
En la Hipnosis, la persona es una observadora, además del individuo observado. En realidad, mucha gente en estado de trance contempla el pasado como quien ve una película. La mente consciente funciona siempre y observa lo que se experimenta mientras se está hipnotizado. A pesar del profundo contacto subconsciente, la mente puede hacer observaciones y críticas y censurar. Por eso la gente que se halla en estado hipnótico y se involucra activamente en una secuencia de recuerdos de la infancia o de una vida anterior puede responder a las preguntas del terapeuta, hablar como en su vida actual, conocer los lugares geográficos que ve, e incluso saber el año, que a menudo aparece en el interior de los ojos como un destello o simplemente se presenta en la mente.
La gente puede recordar sucesos de los primeros días de su infancia, como ya hemos visto, y sin embargo hablar un inglés perfecto. ¿Por qué? Porque está recordando. No es que la persona se convierta en niño de verdad y pierda toda su capacidad física y mental.
Métodos para llegar a la Hipnosis
Método de la relajación progresiva
El método más utilizado para provocar un trance hipnótico se llama "relajación progresiva". En primer lugar hay que conseguir que el paciente respire lentamente. A continuación el terapeuta le suscita un estado de relajación indicándole con suavidad que distienda los músculos poco a poco. Después le pide que intente visualizar imágenes agradables y relajantes. Mediante técnicas como la de contar hacia atrás, el terapeuta ayuda al paciente a llegar a un estado de relajación todavía más profundo.
En ese momento, el paciente está en un trance hipnótico entre ligero y moderado, y el terapeuta puede intensificado si lo desea. El proceso entero dura unos quince minutos. Sin embargo, durante este cuarto de hora, es posible que la mente del paciente piense, analice o delibere en lugar de dejarse llevar por la sugestión. En ese caso, se interrumpe el proceso hipnótico.
Método de la puerta
Uno de estos métodos es imaginar una puerta. Normalmente, hago que mis pacientes entren en un profundo trance hipnótico y después les invito a atravesar la puerta que ellos escogen, una puerta hacia una vida pasada:
- "Imagínate a ti mismo de pie frente a un pasillo o un pasadizo con enormes puertas a cada lado y en los extremos. Son las puertas que te conducen al pasado, incluso hasta tus vidas anteriores. Te llevarán a vivir experiencias espirituales. A medida que cuento hacia atrás de cinco a uno, una de las puertas se abrirá, una puerta hacia tu pasado. Esta puerta te arrastrará hacia ella. Te atraerá. Dirígete a ella.
- "Cinco. Se abre la puerta. Esta puerta te ayudará a comprender todos los bloqueos u obstáculos que te impiden sentir alegría y ser feliz en tu vida actual. Ve hacia ella."
- "Cuatro. Estás ante la puerta. Ves una hermosa luz al otro lado. Avanza un paso, atraviesa la puerta y dirígete hacia la luz."
- "Tres. Atraviesa la luz. Estás en otro tiempo y en otro lugar. No importa si es un producto de tu imaginación o tu fantasía, un recuerdo real, un símbolo, una metáfora o cualquier combinación de estos elementos. Lo que cuenta es la experiencia. Déjate llevar por todo lo que acuda a tu mente. Intenta no pensar, juzgar ni criticar. Vive la experiencia. Sea lo que sea lo que penetre en tu conciencia, estará bien. Ya lo analizarás después."
- "Dos. Estás llegando, casi has penetrado en la luz. Cuando pronuncie el número uno, entra en ella y únete a la persona o a la escena con que te encuentres al otro lado de la luz. En cuanto llegue al número uno se abrirá el telón."
- "¡Uno! Y a estás allí. Mira tus pies y fíjate en el calzado que llevas. Observa tu ropa, el color de tu piel, tus manos. ¿Son las mismas o son otras? No dejes escapar ni un solo detalle.
Una puerta es simplemente una de las maneras de llegar al pasado. Todas ellas conducen al mismo lugar, a una vida anterior o una experiencia espiritual importante para la situación actual de la persona. Otras maneras pueden ser ascensores que viajan hacia atrás en el tiempo, una carretera, un sendero o incluso un puente que penetra en las nieblas del pasado; también un riachuelo, un arroyo, un torrente o un río que hay que atravesar para llegar a una vida anterior, una máquina del tiempo que el paciente dirige ante un panel de control. Son algunos ejemplos de los infinitos caminos o métodos que conducen al pasado.
Método rápido
Los contables y otras personas cuyas profesiones les obligan a pensar de un modo lógico, lineal y muy racional, suelen dejar que su mente interrumpa el proceso. En estos casos es mejor emplear un método más rápido:
Le indiqué que se sentara inclinada hacia delante, que no apartara la vista de mis ojos y que hiciera presión con la palma de su mano derecha sobre la mía. Yo estaba de pie frente a ella. A medida que la palma de su mano presionaba la mía, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante, empecé a hablarle. Sus ojos no se apartaban de los míos.
De repente, sin avisarla, retiré la mano de debajo de la suya. Su cuerpo, entonces sin apoyo alguno, se tambaleó hacia delante. En aquel preciso momento, le dije en voz muy alta: " ¡Duérmete!"
Su cuerpo se desplomó al instante sobre el respaldo del sillón. Entró en un profundo trance hipnótico. Mientras su mente se concentraba en no perder el equilibrio del cuerpo, la orden que acababa de darle pasó directamente y sin interferencia alguna a su subconsciente. Ella entró en un estado de "sueño" consciente equivalente a la Hipnosis.
- "Ahora vamos a ir todavía más lejos. No importa si lo que te viene a la mente es imaginación, fantasía, metáfora, símbolo, un recuerdo real o cualquier combinación posible entre estos elementos. Dedícate sólo a experimentar. Intenta que tu mente no juzgue, ni critique ni comente lo que experimentes. Simplemente vívelo. Lo único que tienes que hacer es experimentar. Puedes criticado y analizado todo después. Pero por el momento déjate llevar y vive la experiencia. "
- "Vamos a retroceder hasta el útero, hasta tu período uterino, justo antes de que nazcas. Sea lo que fuere lo que irrumpa en tu mente, es bueno. Déjate llevar por esta experiencia." Empecé a contar hacia atrás desde cinco hasta uno para que su estado hipnótico se hiciera más profundo.
La capacidad de poner en blanco los ojos al mirar hacia arriba, como intentando verse la coronilla, y parpadear lentamente mientras los ojos siguen mirando hacia arriba está muy relacionada con la capacidad de llegar a un estado hipnótico profundo. Calculo la cantidad de blanco del ojo o esclerótica que asoma cuando la córnea llega a su punto más alto. También examino cuánta parte blanca se ve a medida que los párpados se van cerrando. Cuanto más visible es la esclerótica, más profundo es el estado hipnótico al que la persona puede llegar.
Otro método más lento
Le indiqué que se tendiera en el diván, con los ojos entrecerrados y la cabeza apoyada en una almohadita. Al principio nos concentramos en su respiración. Con cada exhalación liberaba tensiones y ansiedad acumuladas. Al cabo de varios minutos, le dije que visualizara sus músculos relajándose progresivamente: desde los de la cara y la mandíbula, pasando por los del cuello, los hombros, los brazos, la espalda y el estómago, hasta los de las piernas. Ella sentía que todo su cuerpo se hundía más y más en el diván.
Luego le di instrucciones de visualizar una intensa luz blanca en lo alto de su cabeza, dentro de su cuerpo. Más adelante, después de haber hecho que la luz se extendiera poco a poco por su cuerpo, la luminosidad relajó por completo todos los músculos, todos los nervios, todos los órganos, el cuerpo entero, llevándola a un estado de relajación y paz cada vez más profundo. Gradualmente sentía más sueño, más paz, más serenidad. A su debido tiempo, siguiendo mis indicaciones, la luz llenó completamente su cuerpo y la envolvió.
Conté hacia atrás, lentamente, de diez a uno. A cada número entraba en un nivel de mayor relajación. Su trance se hizo más profundo. Podía concentrarse en mi voz, excluyendo cualquier otro ruido. Al llegar a uno, estaba ya en un estado de hipnosis moderadamente profundo. Todo el proceso había requerido unos veinte minutos.
Al cabo de un rato comencé a iniciarla en la regresión, pidiéndole que rememorara recuerdos de edades cada vez más tempranas. Podía hablar y responder a mis preguntas, siempre manteniendo un profundo nivel de Hipnosis.
Video explicativo sobre la Hipnosis

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