Se estima que las vetas de la malaquita actúan sobre el sistema nervioso humano, como armonizador de los desequilibrios emocionales, mejorando los estados de ánimo y ahuyentando los sentimientos de envidia, las pesadillas y los malos espíritus.
Los especialistas en gemología mágica la prescriben especialmente en los casos de agotamiento mental, de tics nerviosos, de insomnio y para todos aquellos que les pueda perder su excesivo orgullo y quieran recibir un baño de humildad.
En el juego amoroso, se dice que tiene la virtud de disipar los celos, de hacer volver a los amantes más huidizos o de ser bálsamo para los desengaños.
Se tiene por una poderosa piedra de fortuna, ya que se dice que su color verde oscuro absorbe la riqueza hacia su poseedor.
Ha estado entre las favoritas de los reyes y nobles durante siglos, por creerse que el brillo de la gema era un fiel reflejo de la inteligencia de su poseedor. Por ello, los gobernantes asirios se hicieron incrustar piezas de malaquita en sus pectorales, al igual que los sacerdotes las llevaban en sus cetros. Se sabe que los generales griegos se ponían brazaletes o sortijas de malaquita al entrar en el campo de batalla para que la gema les inspirase las estrategias más idóneas.
En la antigüedad, los romanos la utilizaban como talismán para protegerse del rayo, las caídas y los accidentes. También acostumbraban a atar a los vientres de las mujeres embarazadas lazos con un amuleto de malaquita, con lo que creían controlar los vómitos y los mareos, al tiempo que perseguían un parto menos doloroso.
La tradición árabe asigna a la malaquita el poder talismánico de otorgar el don de la persuasión para allanar obstáculos en la consecución de un objetivo.
Asociación celestial: Nadiel, ángel de la migración que gobierna el espíritu de Kislev, el tercer mes del calendario judío, equivalente a diciembre.
Relaciones bíblicas: Formaba parte del pectoral del primer sumo sacerdote de los judíos y era una de las gemas fundacionales de la Ciudad Sagrada.
Tiempo y hora más propicios: Mediados del verano y 3 de la madrugada.
Relaciones zodiacales: Es afín a todos los signos, pero se recomienda especialmente para los Capricornio, Sagitario y Piscis.
La cosa viene de antiguo, ya que hace más de seis mil años, los egipcios hacían un cosmético verde para los párpados, con los polvos de la malaquita extraída en la Península del Sinaí, que utilizaban para neutralizar los temidos efectos del mal de ojo.
Con el tiempo, este pigmento llamado verde montaña, se utilizó también contra ciertas dolencias oculares, como el glaucoma y las cataratas.
Los especialistas en gemología mágica la prescriben especialmente en los casos de agotamiento mental, de tics nerviosos, de insomnio y para todos aquellos que les pueda perder su excesivo orgullo y quieran recibir un baño de humildad.
En el juego amoroso, se dice que tiene la virtud de disipar los celos, de hacer volver a los amantes más huidizos o de ser bálsamo para los desengaños.
Se tiene por una poderosa piedra de fortuna, ya que se dice que su color verde oscuro absorbe la riqueza hacia su poseedor.
Ha estado entre las favoritas de los reyes y nobles durante siglos, por creerse que el brillo de la gema era un fiel reflejo de la inteligencia de su poseedor. Por ello, los gobernantes asirios se hicieron incrustar piezas de malaquita en sus pectorales, al igual que los sacerdotes las llevaban en sus cetros. Se sabe que los generales griegos se ponían brazaletes o sortijas de malaquita al entrar en el campo de batalla para que la gema les inspirase las estrategias más idóneas.
En la antigüedad, los romanos la utilizaban como talismán para protegerse del rayo, las caídas y los accidentes. También acostumbraban a atar a los vientres de las mujeres embarazadas lazos con un amuleto de malaquita, con lo que creían controlar los vómitos y los mareos, al tiempo que perseguían un parto menos doloroso.
La tradición árabe asigna a la malaquita el poder talismánico de otorgar el don de la persuasión para allanar obstáculos en la consecución de un objetivo.
Asociación celestial: Nadiel, ángel de la migración que gobierna el espíritu de Kislev, el tercer mes del calendario judío, equivalente a diciembre.
Relaciones bíblicas: Formaba parte del pectoral del primer sumo sacerdote de los judíos y era una de las gemas fundacionales de la Ciudad Sagrada.
Tiempo y hora más propicios: Mediados del verano y 3 de la madrugada.
Relaciones zodiacales: Es afín a todos los signos, pero se recomienda especialmente para los Capricornio, Sagitario y Piscis.
Contra el mal de ojo
Las piezas de malaquita que parecen presentar en su estructura la apariencia del ojo de un huracán, rodeado por vientos verdes giratorios, son las preferidas como amuletos contra el mal de ojo.La cosa viene de antiguo, ya que hace más de seis mil años, los egipcios hacían un cosmético verde para los párpados, con los polvos de la malaquita extraída en la Península del Sinaí, que utilizaban para neutralizar los temidos efectos del mal de ojo.
Con el tiempo, este pigmento llamado verde montaña, se utilizó también contra ciertas dolencias oculares, como el glaucoma y las cataratas.
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