INSTITUTO DE ASTROLOGIA VEDICA VSA. BELIA VILLAFAÑE (PARAMESHVARI)
viernes, 30 de septiembre de 2011
La astrología se basa en la visión geocéntrica de Ptolomeo, según la cual la Tierra es el centro del universo conocido. Aunque ya sabemos que el Sol no da la vuelta a nuestro alrededor, según nuestra posición, es él quien anualmente completa un ciclo, y a este camino le llamamos "eclíptica". Este recorrido aparente durante un año, dividido en doce partes, como hicieron desde la antigüedad, recibe el nombre de doce constelaciones y es el Zodiaco.
Pero la Astrología no estudia estas estrella fijas, sino que intenta explicar la relación que existe entre la vida de nuestro planeta y el resto del cosmos. El hombre, a través de la observación de este movimiento aparente del Sol y de la influencia o cambios que comporta en la vida humana, establece un diálogo entre el cielo y la tierra, entre el todo y las partes.
¿Quién influye a quién? Estamos intentar hablar desde un punto de vista holístico en el que impera un principio vital, el cual mantiene todo en movimiento constante mediante la energía. Esta energía funciona a través de un mecanismo de ida y vuelta, y todos nosotros estamos influidos energéticamente por aquello que nos rodea, al mismo tiempo que también al formar parte de algo, influimos en el medio en que vivimos.
Las cualidades que vemos en los signos, son el aura de la Tierra y la comprensión del Zodiaco tiene otro componente importante de unión con la humanidad. Todos vivimos en el mismo planeta, somos parte de un gran cuerpo; esto, puede abrir nuestra conciencia un tanto egocéntrica a un enfoque mayor hacia un pensamiento humanista. Al mismo tiempo, también somos parte de un cuerpo mayor: nuestra galaxia; y otro aún mayor: el Universo.
Los doce signos astrológicos
Cada signo está relacionado con unos de los cuatro elementos o temperamentos (fuego, aire, agua y tierra) y con una de las tres motivaciones o cruces (cardinal, fijo y mutable) La combinación de elementos y cruces conforman las características básicas de los doce signos.
Los signos son modelos o arquetipos que aluden a la energía primordial, y que a través de su irradiación transmitida al planeta Tierra nos muestran las cualidades que configuran lo humano. La energía de los signos forma parte del inconsciente colectivo que va desarrollándose a medida que crecemos en conciencia y comprensión. Los signos aclaran o especifican la naturaleza de la energía contenida en cada uno de los planetas.
Todos los planetas, no solamente el Sol, están afectados por el signo que lo contiene. A través de la observación podemos ver cómo personas con planetas en el mismo signo tienen un enfoque parecido de esa energía, porque el signo da al planeta una disposición determinada.
Motivación y temperamento (Cruz y elemento)
Lo que llamamos cruces configuran la motivación o impulso esencial del signo. Nos indica la ley que está detrás y responde al porqué de una actuación determinada.
Existen tres cruces: cardinal, fijo y mutable
Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio), coinciden con el inicio de las cuatro estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) y corresponden al principio de acción, a un tipo de energía dirigida hacia una meta. Se rigen por la ley del poder y la voluntad.
Los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) se mueven por el principio de la conservación y aprovechamiento que el signo cardinal anterior empezó. Buscan estabilidad y seguridad porque se rigen por la ley de la economía.
Los signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) coinciden con el final de cada una de las estaciones del año. Se rigen por la ley del amor y la sabiduría. Buscan la relación y el intercambio para cambiar un estado que los signos fijos han construido.
Así como las motivaciones (cruces) dan respuesta al porqué, los elementos / temperamentos indican el cómo se desarrollará ese propósito.
Los signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario) y los de aire (Géminis, Libra y Acuario) son activos y extravertidos. Los de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) y los de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) son más pasivos e introvertidos.
Por otra parte los temperamentos de fuego y agua son subjetivos, se conducen por criterios personales e intuitivos. En cambio, los de tierra y aire, son más objetivos porque observan los hechos de una forma menos personal.
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