Astrología y la Ley del Karma |
Sunday, 13 April 2008 19:08 |
La astrología védica se basa en el principio del karma (la ley de acción y reacción), y en la reencarnación o trasmigración del alma. En otras palabras, lo que vivimos actualmente es el resultado de nuestras actividades previas.
En el mundo moderno, para algunos, es exclusivamente la sociedad la que juzga y condena a los individuos; para otros, primero juzga la sociedad y luego el Ser Supremo, quien, sin intermediarios, se encarga directamente de determinar el destino de todos después de la muerte. En cambio, los Vedas describen una justicia cósmica, la cual posee carácter divino, debido a que tiene su origen en el Ser Supremo y está compuesta de sus propias energías y agentes. A través de ella, todos reciben el resultado de sus actos, ya sean éstos buenos o malos. Por ello, en realidad, podemos decir que más que castigos existen consecuencias. Cada acción tiene una reacción. Si comemos en exceso es muy probable que después nos duela el estómago, si ponemos los dedos en un toma corriente recibiremos una descarga eléctrica, etc. Estos son ejemplos simples de ciertas reacciones que experimentamos de manera inmediata. En otros casos, las consecuencias o resultados de nuestros actos recién se manifiestan en la vida siguiente. Si abusamos de otros, seremos abusados en un futuro; si causamos dolor a través de actos de violencia, sufriremos reacciones violentas, y si no utilizamos la vida humana para lo que está destinada y la desperdiciamos viviendo como animales, corremos el riesgo de degradarnos a especies inferiores de vida.
En nuestra carta astrológica se encuentran nuestros antecedentes y el veredicto de los jueces cósmicos; es nuestro caso en los archivos del universo. Nos muestra la naturaleza de nuestras actividades pasadas, el estado de conciencia que manifestamos al abandonar nuestro cuerpo anterior y el destino que nos espera.
“Así como una lámpara ilumina los objetos en la oscuridad, la astrología nos revela los efectos de nuestro karma previo, ya sea éste bueno o malo. Todos los planetas indican claramente si disfrutamos o sufrimos ahora como resultado de las acciones de nuestro nacimiento anterior"Prasna Marga 36-37
De acuerdo a todo esto, se entiende que la felicidad y la aflicción que los seres humanos experimentan, no son el producto de la casualidad, o de la buena o mala suerte, sino el resultado de sus propias acciones, y se manifiestan gracias a esta ley perfecta e implacable llamada karma, que, como todas las leyes universales, tiene su origen en el Supremo y es controlada y supervisada por Él. En el momento de la muerte, el cúmulo de deseos y acciones de la vida de uno, crea un cierto estado de conciencia, el cual determina el próximo nacimiento o incluso la liberación.
“Cualquier estado de existencia que uno recuerde cuando abandone el cuerpo, ese estado alcanzará sin falta" Bhagavad-Gita 8.6
¿El karma puede cambiar?
"Porque sé al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino" y más adelante "Cuando sembré rosales, coseché siempre rosas y si puse hiel o miel en las cosas, siempre obtuve hiel o mieles sabrosas". Amado Nervo
¿Cuáles son los límites de las influencias astrológicas? ¿Qué sucede con el libre albedrío? ¿Elkarma puede cambiar? Es cierto que lo que está astrológicamente predestinado posee un valor absoluto, debido a que las reacciones (karma) tarde o temprano van a madurar y producir sus efectos; pero eso no significa que el ser humano esté sujeto a un destino que no puede cambiar. Si todas las cartas estuviesen echadas, ¿con qué propósito Shri Krishna nos instruye a través de los Vedas y demás escrituras sagradas? ¿Para qué esforzarse tratando de seguir los principios enunciados en estas mismas escrituras, si todo ya está predestinado? Los Vedas dejan muy en claro que la ley del karma implica responsabilidad. Nuestro libre albedrío, aunque limitado, nos permite escoger la opción correcta. Por eso, los maestros védicos afirman que somos los artífices de nuestro propio destino. Si bien en esta vida sufrimos o disfrutamos de acuerdo a nuestro karma ya manifestado (prarabdha karma), al mismo tiempo, tenemos la opción de utilizar apropiadamente ese libre albedrío y “quemar” así las reacciones materiales al no generar más karma.
El ser espiritual eterno –jiva-, debido a su naturaleza subordinada, nunca es absolutamente independiente, siempre se encontrará bajo algún tipo de influencia. En este mundo material, él es controlado por las severas leyes cósmicas, las cuales lo someten al nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte; pero en Vaikuntha, el mundo espiritual, es cobijado por la energía espiritual amorosa del Supremo. El libre albedrío le da entonces al jiva la posibilidad de elegir a que energía subordinarse. Si se identifica con la materia, su relación eterna con Bhagavan, (el Ser Supremo), queda cubierta. El proceso espiritual védico consiste en ayudar al jiva a remover esta cubierta para devolverle su identidad perdida. Cuando esto sucede, él se libera de las dualidades de la materia, y en pleno conocimiento de su identidad real, mantiene su libre albedrío, ya que la capacidad de decidir y la independencia jamás se pierden, pero ya nunca lo vuelve a mal utilizar.
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