La carta astral o natal es el mapa de cómo estaban configurados los planetas al momento de nacer una persona, y ello marca su personalidad, tendencias en todas las áreas, karma y misión en la vida.
Así como cada planeta tiene su correspondencia en un metal, una piedra o color, de igual modo los planetas tienen su correspondencia con cada uno de nuestros puntos de energía o “chakras” que a su vez se corresponden con cada una de las glándulas endocrinas.
De tal forma, nuestro cuerpo puede convertirse en el más importante receptor astral; nosotros mismos podemos materializar nuestros deseos con una adecuada orientación sobre nuestra configuración cósmica, podemos lograrlo armonizándonos con el cosmos y abriéndonos para recibir sus influencias.
NUESTRO KARMA
Lo que está en la carta es nuestro “karma”, no en el sentido negativo que se le da popularmente, sino en el sentido de qué es lo que traemos a este mundo para ser realizado. Y si la carta nos marca un camino, entonces, ¿dónde dejamos al libre albedrío?
Aquí entra la gran ayuda que presta el astrólogo: la carta astral nos da diferentes caminos y el astrólogo da la orientación sobre el camino a seguir, mostrando al consultante sus posibilidades. El libre albedrío está en poder elegir el camino adecuado dentro de lo que potencialmente poseemos.
El “karma” es emocional, muchas veces nuestros actos son dominados por las emociones, porque éstas se producen de forma mucho más rápida que el razonamiento. Pero el trabajo de crecimiento consiste en aprender a dominar las emociones, y logrando esto podemos trascender nuestros aspectos más difíciles.
Pongamos un ejemplo: una persona sufre de miedo escénico, pero se atreve a exponer una conferencia ante un auditorio; el “karma emocional” lo ha podido trascender a través de un hecho práctico: atreverse a hablar. Y no es que no siga sintiendo el miedo escénico, pero lo controla y no deja que lo paralice, de eso se trata el trascender nuestro “karma”.
SON TENDENCIAS
La carta astral nos da tendencias, es un mapa de nuestra personalidad, de nuestra alma, de nuestra misión.
Un reconocido astrólogo, Dane Rudhyar, al referirse a la forma de abordar la carta astral, señala que hay quienes asumen esta tarea cual “milagreros”, que sólo muestran interés en anunciar lo que va a suceder, mientras que él se inclina por ser un orientador que asume la astrología como una forma de educación, para hacer que el consultante aprenda a ser objetivo con respecto a su vida y tome conciencia de los ritmos básicos de su existencia como persona individual.
Señala Rudhyar que si bien la astrología marca tendencias, no puede predecir los precisos acontecimientos futuros de la vida de un individuo, y si pudiera hacerlo, sería pernicioso y destructivo para la integridad de la persona. “La astrología le dice a usted lo que puede concretarse, no lo que ocurrirá realmente, pero justamente, porque puede revelar el orden estructural inherente al “yo” de un individuo, puede educar a éste para que afronte su vida cotidiana con orden y objetividad, es decir, en términos de su potencial y su naturaleza fundamental”. Es decir, se da un espacio al libre albedrío.
PSICOLOGIA CÓSMICA
Por su parte, otro reconocido astrólogo, Nicholas Devore, se refiere a un aspecto de la astrología que él denomina “psicología cósmica”, y la define de la siguiente manera: “Es la ciencia del diagnóstico por la que el desajuste del individuo para con la vida, puede tratarse mediante un pensamiento correctivo”.
Añade Devore que la psicología cósmica no se relaciona con la predicción solamente, sino que trata también las reacciones desarrolladas en el individuo en virtud de su crecimiento y desarrollo durante su primer día de vida, a través de la ley de adaptabilidad a las frecuencias de rayos cósmicos, presentes en el campo magnético de la Tierra.
La astrología establece relaciones entre lo que sucede en el cielo y lo que acontece en la vida cotidiana de los seres humanos. En ningún momento los planetas obligan al ser humano a hacer tal o cual cosa, sólo le hablarán de tendencias o inclinaciones, para que cada quien, con su libre albedrío, aproveche el mejor momento y evite las peores circunstancias.
Así como cada planeta tiene su correspondencia en un metal, una piedra o color, de igual modo los planetas tienen su correspondencia con cada uno de nuestros puntos de energía o “chakras” que a su vez se corresponden con cada una de las glándulas endocrinas.
De tal forma, nuestro cuerpo puede convertirse en el más importante receptor astral; nosotros mismos podemos materializar nuestros deseos con una adecuada orientación sobre nuestra configuración cósmica, podemos lograrlo armonizándonos con el cosmos y abriéndonos para recibir sus influencias.
NUESTRO KARMA
Lo que está en la carta es nuestro “karma”, no en el sentido negativo que se le da popularmente, sino en el sentido de qué es lo que traemos a este mundo para ser realizado. Y si la carta nos marca un camino, entonces, ¿dónde dejamos al libre albedrío?
Aquí entra la gran ayuda que presta el astrólogo: la carta astral nos da diferentes caminos y el astrólogo da la orientación sobre el camino a seguir, mostrando al consultante sus posibilidades. El libre albedrío está en poder elegir el camino adecuado dentro de lo que potencialmente poseemos.
El “karma” es emocional, muchas veces nuestros actos son dominados por las emociones, porque éstas se producen de forma mucho más rápida que el razonamiento. Pero el trabajo de crecimiento consiste en aprender a dominar las emociones, y logrando esto podemos trascender nuestros aspectos más difíciles.
Pongamos un ejemplo: una persona sufre de miedo escénico, pero se atreve a exponer una conferencia ante un auditorio; el “karma emocional” lo ha podido trascender a través de un hecho práctico: atreverse a hablar. Y no es que no siga sintiendo el miedo escénico, pero lo controla y no deja que lo paralice, de eso se trata el trascender nuestro “karma”.
SON TENDENCIAS
La carta astral nos da tendencias, es un mapa de nuestra personalidad, de nuestra alma, de nuestra misión.
Un reconocido astrólogo, Dane Rudhyar, al referirse a la forma de abordar la carta astral, señala que hay quienes asumen esta tarea cual “milagreros”, que sólo muestran interés en anunciar lo que va a suceder, mientras que él se inclina por ser un orientador que asume la astrología como una forma de educación, para hacer que el consultante aprenda a ser objetivo con respecto a su vida y tome conciencia de los ritmos básicos de su existencia como persona individual.
Señala Rudhyar que si bien la astrología marca tendencias, no puede predecir los precisos acontecimientos futuros de la vida de un individuo, y si pudiera hacerlo, sería pernicioso y destructivo para la integridad de la persona. “La astrología le dice a usted lo que puede concretarse, no lo que ocurrirá realmente, pero justamente, porque puede revelar el orden estructural inherente al “yo” de un individuo, puede educar a éste para que afronte su vida cotidiana con orden y objetividad, es decir, en términos de su potencial y su naturaleza fundamental”. Es decir, se da un espacio al libre albedrío.
PSICOLOGIA CÓSMICA
Por su parte, otro reconocido astrólogo, Nicholas Devore, se refiere a un aspecto de la astrología que él denomina “psicología cósmica”, y la define de la siguiente manera: “Es la ciencia del diagnóstico por la que el desajuste del individuo para con la vida, puede tratarse mediante un pensamiento correctivo”.
Añade Devore que la psicología cósmica no se relaciona con la predicción solamente, sino que trata también las reacciones desarrolladas en el individuo en virtud de su crecimiento y desarrollo durante su primer día de vida, a través de la ley de adaptabilidad a las frecuencias de rayos cósmicos, presentes en el campo magnético de la Tierra.
La astrología establece relaciones entre lo que sucede en el cielo y lo que acontece en la vida cotidiana de los seres humanos. En ningún momento los planetas obligan al ser humano a hacer tal o cual cosa, sólo le hablarán de tendencias o inclinaciones, para que cada quien, con su libre albedrío, aproveche el mejor momento y evite las peores circunstancias.
Etiquetas: CARTA ASTRAL
SÁBADO, 23 DE MAYO DE 2015
La Revolución Solar
La revolución solar es la carta astral del cumpleaños de cada persona.
En un año, el Sol gira alrededor del zodíaco, y al momento de nuestro cumpleaños se posa exactamente sobre el Sol de nuestra carta astral.
Eso no ocurre siempre a la misma hora, incluso puede darse un día antes o después de nuestra fecha de cumpleaños.
Eso pasa porque la rueda zodiacal mide 360 grados y el Sol da la vuelta completa en 365 días, es decir, hay cinco días que “sobran” y eso hace que la hora de llegada del Sol al mismo punto, no sea siempre igual, sino que varía un poquito.
Por eso, el cumpleaños astrológico no es siempre a la misma hora, y eso hace que cada año se activen áreas distintas en nuestro mapa natal.
Cuando cumplimos años, se nos activan áreas de nuestra carta astral durante un año, hasta que volvamos a cumplir años. Es nuestro “año nuevo” particular, nos recargamos de energías.
Por lo tanto, la revolución solar nos informa sobre nuestras tendencias y perspectivas para un año completo, y se complementa con los tránsitos de los planetas en el cielo sobre los planetas de nuestra carta astral.
Asimismo, en una revolución solar influye la ciudad donde cumplamos años, ya que las coordenadas geográficas determinan qué áreas de nuestra carta astral se activarán durante un año.
La revolución solar es una luz en el camino, nos ayuda a ver más claros nuestros propósitos y las situaciones por las que pasamos, nos ayuda a tomar decisiones y a darle un rumbo más definido a nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario