Empiezo hablando de un fenómeno astrológico que fundamentalmente en India y a todas aquellas personas que conocen la Astrología Védica, causa poco menos que respeto: el Sade-Sati de Saturno.
El Sade-Sati se refiere al movimiento que realiza Saturno con respecto al signo y ubicación en el que estaba la Luna en nuestro momento de nacimiento y que podemos determinar mediante la carta natal o carta astral.
En la Astrología Védica, Saturno es el planeta más externo de todos los que se consideran. Tarda aproximadamente 2,5 años en atravesar cada signo zodiacal y un total de 30 años en dar una vuelta a todo el zodiaco.
Cuando Saturno viaja a través del signo anterior al de la Luna natal, el de la Luna natal y el posterior, entramos en un periodo en nuestras vidas especialmente importante. El tránsito por estos tres signos tiene una duración de aproximadamente 7,5 años, un período que se repite cada 30 años y por lo tanto muchas personas lo experimentamos 2 y hasta 3 veces.
En la Astrología Védica, Saturno viene representado por la imagen de un viejo demacrado, irritado, de corazón frío, cascarrabias, con una forma dura de hacer sentir su presencia. Es además alguien que no perdona, traicionero, negativo, sin emociones o flexibilidad y representa las enfermedades crónicas y aquellas que nos llevan a un estado de debilidad prolongado. Es cojo, de poca visión, genera preocupaciones y pone obstáculos en nuestra vida. Es el juez interior y el sostenedor de la ley y el orden. Representa la muerte y la destrucción, aquél que quiere que entendamos que toda la parafernalia materialista y el poder terrenal no son nada y no tienen sentido y que la única verdad en esta vida es encontrar el camino que nos libere del sufrimiento. Puede ser un maestro muy cruel y al mismo tiempo un gran benefactor.
Esto explica que hablar de “Sade-Sati” cause temor o respeto. Imaginar de entrada 7,5 años de problemas, fallos, frustraciones, obstáculos, dificultades o pérdidas, nos lleva a ese sentimiento.
¿Pero es el Sade-Sati tan negativo y oscuro?
Saturno se relaciona con el sábado, el zafiro azul, el aceite de mostaza y algunos otros remedios que se utilizan por parte de numerosos astrólogos védicos para prevenir sus efectos adversos.
Pero creo que se puede afrontar este período con una visión diferente, producto de mi experiencia y aprender una forma diferente de ver la vida.
Saturno está relacionado con la limpieza de todo lo que no es necesario, todo lo que es viejo. Al desolador y frío invierno de Saturno siempre le sigue la primavera de la regeneración.
Podemos ver a Saturno como el maestro cuyo sólo propósito en nuestra vida es hacernos ver y comprender todo aquello que nos ha llevado a un momento en el que nos sentimos perdidos, desolados y en donde nos planteamos preguntas trascendentales a las que buscamos respuestas para poder redirigir nuestra vida.
En el período de Sade-Sati, las cuentas kármicas deben ser pagadas y tenemos al cobrador en la puerta esperando a que se le abone lo que se debe. Nos vemos expuestos a la limpieza y purificación que Saturno es capaz de producir en nuestro ser.
Cuando está próximo Sade-Sati o cuando estamos inmersos en él, si podemos adoptar un desapego mental hacia objetivos externos y tener la oportunidad de practicar algún tipo de disciplina interior que nos haga tener una visión más amplia y abierta de la realidad, estaremos más preparados para manejar el período que se nos presenta y aprenderemos para los siguientes. Esto puede sonar a oportunismo astrológico, pero también puede ser tomado como una posibilidad para practicar una forma de vivir y de actuar ante la vida que estén más en armonía con los ritmos astrológicos que en definitiva son los de la Naturaleza. Cuando manejamos y funcionamos con los ciclos astrológicos, la vida pasa a ser más sencilla y plena.
El desapego nos conduce a la rendición. La rendición interior o espiritual. Y esto no significa eludir nuestras responsabilidades o asumir una actitud pasiva. No se rinden las acciones, se rinden los objetivos basados en el deseo o las expectativas de conseguir frutos. Nos volvemos entonces hacia el momento presente, el “ahora” y surge entoncesel altruismo, la generosidad, el amor y la compasión. De esta forma Sade-Sati toma una forma diferente y Saturno pasa del destructor implacable que a menudo parece ser a convertirse en un aliado, un maestro que nos enseña en el grado y en la forma que necesitamos la gran lección de la vida.
Es necesario siempre considerar todos los estados benéficos que producen el resto de planetas en la carta natal de una persona para entender correctamente la profundidad del Sade-Sati.
El camino que nos asusta es el correcto,
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