Metafísica Miami.
Los Magos de Oriente
Mucho se habla de los Tres Reyes Magos y poco se sabe. Lo cierto es que aparte de la historia, leyenda, mito y tradición, algunos celebramos el día 6 de enero, como “Día de Reyes”. Niños y adultos… acaso quien no espera un regalito para esa fecha.
¿Quién, siendo niño no ha puesto la noche del 5 de enero, los zapatos o zapatillas en el patio o en el balcón de su casa, esperando un presente por la mañana? Hasta incluso, le dejamos un recipiente con agua y pastito para los camellos que transportaban a los Magos de Oriente...
Algunas personas creen que sólo es un mito o leyenda… pero no es tan así!
En La Biblia, el evangelio habla de “Magos”, en ninguna parte se indica que fuesen reyes. Esta creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular.
Los Reyes Magos, también conocidos como los Magos de Oriente, tal como son mencionados en La Biblia, en el Nuevo Testamento por San Mateo:
“La visita de los Magos. Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del Rey Herodes, vinieron de Oriente a Jerusalén unos magos”. San Mateo 2, 1:2.
En el texto en griego, dice: “… ιδου μάγοι απο ανατολων παρεγενοντο εις Ιεροσόλυμα”. “… he aquí, unos Magos desde Oriente, se encontraban por Jerusalén”.
Se sabe que los Magos de Oriente, llevaron como ofrenda al niño Jesús, y entregaron a sus padres, María y José: incienso, mirra y oro. Pues esto se menciona en La Biblia:
“Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose lo adoraron, y abriendo sus tesoros, le ofrecieron tres presentes: oro, incienso y mirra”. San Mateo 2, 11:12.
De ahí surge que fueron tres los magos de oriente, porque cada uno llevaba un presente para ofrendarle a Jesús.
El oro es uno de los metales preciosos más costosos y codiciados, símbolo de lo Supremo y lo sublime en Oriente; a tal punto que, todo lo dorado y amarillo sólo era para uso imperial. El oro, tradicionalmente usado para acuñar monedas y joyas.
La
mirra, (del latín
myrrha, y éste del griego μύῤῥα), sustancia rojiza resinosa aromática, muy valorada en la antigüedad, ya que era uno de los componentes para la elaboración de
perfumes,
incienso, ungüentos, medicinas y para diluir tinta en los
papiros. Se usaba también para
embalsamar a los muertos.
Y el incienso, del latín incensum, significa encender. En el pasado, los orientales lo usaban para adorar a deidades. Hoy en día, es usado comúnmente y también en varios rituales; en la iglesia católica, el incensario, es el quemador de incienso.
Magos…
El término Mago proviene del
persa antiguo maguš por mediación del
griegoμάγος y finalmente del
latín magus. El sentido original de la palabra Mago se refería a los integrantes de una tribu de
Media y luego a los sacerdotes persas. En términos modernos se refiere, a una especie de
astrólogo o adivino, que practica
magia o
hechicería o
brujería.
La palabra “Mago”, proviene del antiguo Imperio elamita (Makuishti), que pasando por el persa (Maguusha) y por el acadio(Magushu) llegó al griego como Μαγός Magós, plural: μαγοι, magï y de ahí al latín Magi, de donde llegó al español, MAGO!
Mago = Astrólogo, sabio.
Esto es lo que eran los Tres magos de Oriente que llevaron sus ofrendas a Jesús.
El Relicario de los Tres Magos…
En la
Catedral de Colonia,
Alemania, Patrimonio de la UNESCO, existe un “Relicario de los Tres Reyes Magos” (en
alemán Dreikönigsschrein). Es un
relicario que, se dice contiene los huesos de los
Reyes Magos, también conocidos como los Tres Sabios o los Tres Magos.
El relicario es un gran
sarcófago triple, dorado y ricamente decorado colocado encima y detrás del
altar mayor de
Catedral de Colonia. Se considera el punto culminante del arte
mosano y el relicario más grande en el mundo occidental.
Santa Elena (nació en Bitinia, año 247 y falleció en Roma, año 329), madre del emperador Constantino, decidió peregrinar a Tierra Santa tras haber tenido una revelación celestial. Ella descubrió los restos de los Tres Magos en Saba, y luego fueron trasladados a Milán; y de ahí a Colonia, Alemania, donde están hasta la fecha.
La primera imagen que apareció de los Tres Reyes Magos, con sus respectivos nombres Balthassar, Melchior y Gaspar , fue en un mosaico bizantino, en Ravenna, Italia, en la Basílica de San Apollinare Nuovo. Data del Siglo IV y es considerado por la UNESCO Patrimonio de la humanidad; uno de los monumentos paleocristianos.
En el mismo mosaico se puede leer: SCS BALTHASSAR +SCS MELCHIOR + SCS GASPAR (SCS abreviatura de “sagradísimo”). Los cristianos griegos los llamaron Apellicon, Amerim y Serakin; los sirios Kagpha, Badalilma y Badadakharida; los etíopes Ator, Sater y Paratoras…
Sus nombres parecen arbitrarios y no son adoptados sino tardíamente, si no aceptamos el evangelio apócrifo de Santiago, redactado desde los siglos II a IV, que describe lo siguiente en 5, 10: “Y, al mismo tiempo, un ángel se apresuró a ir al país de los persas, para prevenir a los reyes magos, y para ordenarles que fuesen a adorar al niño recién nacido. Y ellos, después de haber sido guiados por una estrella durante nueve meses, llegaron a su destino en el punto y hora en que la Virgen acababa de ser madre.
Porque, en aquella época, el reino de los persas dominaba, por su poder y por sus victorias, sobre todos los reyes que existían en los países de Oriente. Y los reyes de los magos eran tres hermanos: el primero, Melkon, que imperaba sobre los persas; el segundo, Baltasar, que prevalecía sobre los indios; y el tercero, Gaspar, que poseía el país de los árabes.
Habiéndose reunido por obediencia al mandato de Dios, se presentaron en Judea en el instante en que María había dado a luz. Y, habiendo apresurado su marcha, se encontraron allí en el tiempo preciso del nacimiento de Jesús.”
Melchor, Gaspar y Baltasar...
El primero de los magos fue Melchor, era de la India (Tibet), llevaba incienso, símbolo de la divinidad.
Baltasar era de Etiopía, de tez morena, ofrendó mirra. Se dice que la mirra fue guardada por María y usada para untar el cuerpo de Jesús luego de su crucifixión.
Gaspar, era e la Mesopotamia, al Sur de Persia, fue quien ofreció el oro, símbolo de la realeza divina, manifestación de la opulencia Divina. El oro, fue usado por la Sagrada Familia en el viaje a Egipto.
La existencia de los Magos, además de quedar bien testimoniada en el Evangelio, ahora es documentada por los descubrimientos arqueológicos. Esta curiosa y extraordinaria revelación se encuentra contenida en una tablilla, en la que se han acuñado caracteres cuneiformes. Se trata de un auténtico documento astronómico y astrológico (entonces las dos disciplinas eran hermanas gemelas) que revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año VII a. C.
La triple conjunción de los dos planetas en la constelación de Piscis explica también la aparición y la desaparición de la estrella, dato confirmado por el Evangelio. La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en frente.
La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio, delante de ellos, Mt 2, 9: “Ellos, habiendo oído al Rey, se fueron, y he aquí la estrella que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”.
Estos tres magos de oriente, se dice, encarnaron como tres Maestros Ascendidos, para la llevar la Teosofía y la enseñanza de la Nueva Era.
Melchor, el Maestro El Morya; Baltazar, el Maestro Koot Hoomi; y Gaspar, el Maestro Djwual Khul, conocido como El Tibetano.
El nombre Djwal Khul está basado en la palabra
sánscrita jvala (pronunciada shuála), que significa quemante, ardiente, antorcha, llama, iluminación. Khul proviene de khulla, forma
prákrito del sánscrito kṣudrá: pequeño.
El nombre Djwal Khul apareció por primera vez en los libros de Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), escritora rusa cofundadora de la “
Sociedad Teosófica” y autora del libro “
La doctrina secreta” (publicado en 1888), que, según Blavatsky en las "Cartas Mahatman" había sido instruida telepáticamente por los sabios Lord Koot Hoomi y Lord El Morya.
En el libro “Espíritu de la Navidad”, de Rubén Cedeño, dice que Los Tres Reyes Magos representan los tres rayos de color verde, naranja y violeta.
Para la metafísica cristiana (de Conny Mendez), El pesebre tiene siete piezas esenciales, con los colores de los Siete Rayos representativos de los "Siete Aspectos de Dios": José, el azul, la voluntad de Dios; el niñito Jesús, el dorado (amarillo), la Sabiduría Divina; La virgen María, el rosa del Amor de Dios; El arcángel Gabriel, el blanco de la Pureza Divina; y los Tres Reyes Magos, Baltasar, el verde, la Vida; Gaspar, el naranja (Oro-Rubí), de la Provisión Divina; y Melchor, el violeta del Perdón Divino.
Recordemos que Gaspar llevó el oro, Baltasar la mirra y Melchor el incienso, para ofrendarle a Jesús cuando nació.
Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado
Evangelio del Pseudo Tomás(o
Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre:
Melchor,
Gaspar y
Baltasar, posiblemente
sacerdotes zoroatristras o mazdeísmo (nombre de la religión y filosofía basada en las enseñanzas del profeta y reformador iraní Zarathustra), provenientes de
Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición de Siria.
Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de
Europa,
Asia, y de
África respectivamente.
Algunas teorías hablan incluso de un cuarto mago, Artabán, un personaje ficticio protagonista del cuento navideño “The Other Wise Man” (El otro rey mago), escrito en 1896 por
Henry Van Dyke (
1852 –
1933), teólogo presbiteriano estadounidense. Cuenta el relato que Artabán era el cuarto
Rey Mago que encaminó sus pasos hacia
Occidente, siempre guiado por el fulgurante mapa celestial, en busca del niño
Jesús. El nombre "
Artabán" proviene del persa y corresponde a cuatro reyes partos. En la leyenda rusa este cuarto rey recibiría el nombre de Ogamyer Otraucle. Los armenios suponen que fueron doce, por lo que les asignan doce nombres diferentes.
6 de enero…
La celebración de la Epifanía el 6 de enero se debe a disposición de la Iglesia Católica en el siglo IV, fecha en la que la iglesia armenia originariamente, y aún hoy las iglesias orientales, fijan el nacimiento de Cristo. Epifanía significa "manifestación".
La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas.
Más allá de mitos, leyendas, historia y realidades, quien nos puede quitar la ilusión de festejar el Día de los Reyes Magos!
Creer, es aceptar como verdad. Creer posible algo es hacerlo cierto.
“Los Magos descubrieron un nuevo rostro de Dios, una nueva realeza: la del amor”, afirmó el Papa Benedicto XVI, el miércoles 6 de enero de 2010 al introducir la oración mariana del Ángelus con los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
Cada 6 de Enero: Celebremos el Día de esos Tres Magos de Oriente, grandes sabios, grandes seres, que nos dejaron su legado de alegría y felicidad!
Que los Tres Magos de Oriente nos traigan cada seis de enero toda su bendición!