La Luna polariza la energía solar. El sistema formado por la Tierra y por la Luna es de capital importancia desde el punto de vista espiritual, porque la Luna está actuando como un polarizador de la energía solar que llega a la Tierra. Siendo la Luna un cuerpo opaco y siendo el Sol el Padre generador de este Sistema Solar, la luz que ambos emanan que no es sino una sola, la proveniente del Sol, equilibra en cierta medida la energía del planeta. Por una parte tenemos a la Madre Tierra trabajando con su propio ser, no tanto material sino también energético. A través de sus múltiples vórtices de energía, a través de sus dos chakras más importantes que son el coronario y el sacro alineados en el eje alrededor del cual gira la Tierra, proporciona una serie de puntos de contacto entre el cuerpo planetario y las fuerzas del Cosmos. Ahora bien, así como el chakra coronario situado en el Polo Norte permite el ingreso de las energías más altas del Cosmos hacia el centro de la Tierra, así el chakra sacro localizado en el Polo Sur da salida a las energías más materiales de la Tierra. La atmósfera terrestre. La energía proveniente del Sol, al llegar a la Tierra se encuentra con la primera barrera que es la atmósfera. La atmósfera terrestre funciona exactamente de la misma manera como lo hace el aura en los seres humanos. Los rayos del Sol tienen por necesidad que penetrar en la atmósfera antes de alcanzar al cuerpo energético de la Tierra. Pero la atmósfera se encuentra contaminada y de esta manera la energía que proviene del Sol llega al planeta, no en su esencia más pura. Sin embargo por la propia naturaleza de esta energía, todavía le es posible activar ciertos mecanismos que permiten tanto la evolución del planeta como la dinámica climatológica y geológica que se manifiesta en la superficie. ¿Qué es polarizar? La Luna por su parte recibe la luz del Sol y la refleja enviándola hacia la Tierra. Toda luz reflejada es polarizada, entendiéndose con esta palabra, que la luz ha sido modificada en su naturaleza al entrar en contacto con otro cuerpo y ser reflejada en otra dirección. Así como las energías del Padre al ser tomadas por los seres humanos son cualificadas y dan lugar a las múltiples manifestaciones que presentan las personalidades humanas, así la luz del Sol cuando es reflejada por la Luna es cualificada por ésta y mandada con una cierta característica especial hacia la Tierra.